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El Tesoro Público tiene encomendadas las funciones de gestión de la tesorería del Estado y ordenación de pagos.

En la Administración General del Estado la caja está centralizada en el Tesoro que es el encargado de pagar todas las obligaciones y gastos reconocidos por el resto de Ministerios y centros directivos de la Administración General del Estado: nóminas de personal público, pensiones de clases pasivas, pago a proveedores de la Administración, transferencias a Comunidades Autónomas, Entidades Locales y a otros organismos públicos u administraciones, pago de las amortizaciones y de los intereses de la deuda del Estado, etc. Estos pagos se realizan tanto en la zona SEPA como en el exterior. Para cumplir con esta función, se gestiona el Fichero Central de Terceros en el que se registran los datos bancarios de los proveedores y acreedores de la Administración General del Estado.

Por otro lado, la recaudación de ingresos nutre las cuentas de tesorería. Estos ingresos son tanto de naturaleza tributaria, recaudados por la Agencia Tributaria, como no tributaria (por prestación de servicios, dividendos, transferencias o devolución de préstamos concedidos por el Estado, etc).

Una de las principales funciones de la gestión tesorera supone por un lado garantizar la liquidez suficiente para hacer frente puntualmente a las obligaciones del Estado y por otro tratar de gestionar de manera eficiente y al menor coste posible dichas disposiciones líquidas. Para ello, se cuenta con distintos instrumentos para realizar operaciones de tesorería tanto pasivas (endeudamiento a muy corto plazo) como activas (cesión de excedentes de tesorería).

La Dirección General del Tesoro y Política Financiera es también la encargada de autorizar la apertura de cuentas bancarias de la Administración General del Estado, de sus organismos autónomos y del resto de entidades del sector público administrativo estatal cuyos recursos financieros integran el Tesoro Público, así como del control de esas cuentas. Esto permite ejercer más eficientemente las funciones de gestión de los fondos del Tesoro Público, facilitando un conocimiento preciso y puntual de la situación de todos fondos del Tesoro Público.